(Ojalá pueda ver esto algún día, en vivo por cierto)
Me encontraba caminando cuando me propuse mirar las nubes, algo que no hacía hace mucho tiempo, para mi sorpresa... no había nubes. Día soleado con 0% de probabilidades de lluvia. Aun así fué un lindo cielo azulado.
En este intento fallido, me propuse contemplar las flores... ya no existen aparentemente, al menos, no en mi colonia. Sin embargo disfrute de un hermoso concreto en las banquetas.
Y preguntome yo.
¿Ha cambiado tanto todo desde que entré a la universidad?.
El mundo es muy distinto a como lo recuerdo, o a como lo he visto en las pantallas estos últimos cuatro años. Los azules no son tan azules, los rojos no son tan alarmantes, ni las personas se ven tan reales como en una pantalla HD reproduciendo un Blu Ray.
Es un sintoma maligno, lo sé. Hice un descubrimiento que me puede salvar la vida y es: Volver a apreciar las cosas fuera de las pantallas. Aprehender a ver sin las iluminaciones artificiales constantes de nuestro mundo y nocturnos horarios. Tocar, no solo con la vista toda clase de texturas; el pasto, la pared, el agua. Respirar profundamente el aire que no vemos y sin embargo nos permite vivir.
Si. Quizá ahora la realidad nos parezca no tan definida como lo virtual, sin embargo eso es lo que podemos experimentar dentro de nuestros bastos sentidos.
Definitivamente agradezco a la vida la posibilidad de ser y no solo quedarme en el querer ser.